viernes, 6 de noviembre de 2020

La ira

Este mes analizaremos el tema de la ira con nuestros alumnos en clase. Forma parte del grupo de emociones básicas, por lo que es muy importante comprender cómo es y todo lo que podemos hacer para gestionarla y afrontar diferentes problemas.


La ira es aquello que sentimos cuando nos enfadamos en situaciones frustrantes, desagradables o negativas que nos afectan de forma directa o indirecta. La intensidad de la ira depende de la situación y cada persona puede expresarla de una forma diferente.


En ocasiones nos enfadamos con nosotros mismos por cometer algunos errores, pero en otros momentos nos enfadamos por lo que hacen otras personas o por factores que no podemos controlar. La ira también puede ser un reflejo del miedo o de situaciones que producen inseguridad. En lugar de expresar eso, la gente reacciona mal y oculta lo que verdaderamente siente.


Aquí podemos ver un ejemplo de esta emoción:

https://www.youtube.com/watch?v=gqss41Ai_uU

Para gestionar la ira y evitar reacciones impulsivas, debemos comprender aquello que provoca esa emoción. Si entendemos lo que nos ocurre podremos expresar nuestros sentimientos de una forma asertiva con el fin de encontrar una solución adecuada. En el vídeo de arriba ocurre lo contrario y el personaje principal termina la conversación enfadado y amenazando.


Para evitar que la ira nos controle, debemos tener en cuenta los siguientes consejos:

  • Tener fuerza de voluntad y evitar reaccionar de forma impulsiva. Antes de decir cualquier cosa debemos ver si es producto de nuestra ira. Muchas personas se desahogan diciendo cosas que realmente no piensan y creen que reaccionar así es lo mejor para sentirse bien. Sin embargo, eso solo aumenta su malestar, que se manifiesta de forma interna y externa.
  • Preocuparse en su justa medida por problemas que tienen solución. Tenemos que darle a cada problema la importancia que se merece para poder ser más felices.
  • Detectar el cansancio físico y mental, ya que influye en nuestras emociones y no nos permite valorar todo de forma objetiva. Las personas que están cansadas se enfadan con facilidad.
  • No obsesionarse con pensamientos negativos y relajarse antes de valorar algún problema. Por ello, es muy importante parar y desconectar. Al principio parece que no podemos tranquilizarnos, pero lleva menos tiempo del que creemos y ayuda mucho a la hora de analizar cualquier situación de una forma objetiva y razonable, tratando bien a los demás. 


Os dejo este link para trabajar todo esto en clase:

https://educayaprende.com/actividades-para-trabajar-las-emociones/





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